dimecres, 25 de juliol del 2007

Pause

Pepito, ya han pasado dos años desde que pulsamos el “pause”.

Parece mentira. No sé, supongo que deberíamos de estar cansados el uno del otro, después de tantos días juntos, tantas horas de tensión, de disfrute, de proyectos, de ideas, … De todos modos tu ya hiciste la predicción de que esto sucedería, ¿no?
Que no nos veríamos en demasiado tiempo – tú eres demasiado “autista” – decías.

Pero por eso precisamente lo dejamos en pause. Porque y para, tener la tranquilidad, los dos lo sabemos, de que pase el tiempo que pase, cuando el destino lo decida, nos volvamos a encontrar y todo vuelva a ponerse en marcha. Esa es la gracia del pause, todo vuelve a comenzar donde lo dejaste.

Y lo dejamos en que probarías con las fotos, tu gran pasión (de cada diez fotos que tengo tuyas, en 9 tienes la cámara cogida de la mano) que volverías a ser tu jefe, que volverías a la docencia, que nos llamábamos la semana que viene y comíamos…

Y ya han pasado dos años. En pause.

Lo prefiero al stop.